La reforma educativa que promueve el Gobierno, tan dañina para muchos en la escuela pública como la tijera, sacó el jueves a la calle a decenas de miles de personas en toda España y volvió a unir en una huelga general por segunda vez en solo un año a todos los niveles educativos —de la escuela infantil a la Universidad—, impulsada por profesores, padres y alumnos. Mientras fuentes sindicales de la Plataforma, convocante de la huelga y de manifestaciones en toda España, cifra el seguimiento medio entre docentes y personal administrativo en un 72%, y desde el Sindicato de Estudiantes se habla de un seguimiento de alumnos, profesores y padres en un 90 %, el Ministerio de Educación ha informado de que la huelga ha sido secundada por menos de un 20%.
La sensación generalizada que movilizó el pasado jueves a unos y a otros es que el modelo de escuela pública está en grave peligro, ese modelo que busca la equidad e intenta compensar las desigualdades dando oportunidades a todos.
Wert siempre ha defendido que su propuesta fomenta la igualdad de oportunidades al ofrecer a los alumnos caminos más flexibles que se adapten a sus necesidades (la verdadera desigualdad es un sistema como el actual, con un abandono escolar del 25%, ha repetido en numerosas ocasiones). También ha defendido las reválidas como la mejor herramienta para conocer y arreglar los fallos del sistema y fomentar el esfuerzo de alumnos y profesores. La secretaria de Educación e Igualdad del Partido Popular, Sandra Moneo, dijo ayer respetar la huelga, pero insistió en que sería una “verdadera irresponsabilidad” no cambiar el sistema educativo actual y defendió la reforma (Lomce) como la “gran oportunidad” para mejorar su calidad.
La Plataforma por la Escuela Pública ya ha anunciado que, si la reforma sigue adelante, las movilizaciones continuarán. Además, independientemente de lo que ocurra con la ley, sigue estando muy presente en las aulas el otro gran motivo de malestar: los recortes.
El tijeretazo ha segado ya más de 6.700 millones de euros de los presupuestos educativos desde 2010, lo que se ha traducido en la pérdida de plantillas (unos 60.000 profesionales, calcula CC OO, en los colegios e institutos públicos) y, con estas, en la desaparición de todo tipo de apoyos y refuerzos para los alumnos con dificultades. En el ámbito universitario, se han endurecido los requisitos académicos para conseguir y mantener las becas y se ha aumentado de manera importante el precio de las matrículas, sobre todo, para los repetidores y en los másteres. También está habiendo recorte de plantillas. En ese contexto, los alumnos (y los padres, en el caso de los más pequeños, porque son ellos los que deciden no llevarles a clase) tiraron con más fuerza ayer del paro e hicieron que este se sintiera en todo el sistema. Miles de profesores también lo apoyaron, pero probablemente menos que sus compañeros de movilización, castigados por el recorte de sueldo de en torno al 15% y por la acumulación de huelgas en los últimos tres años.
En los colegios concertados, que también estaban convocados, el seguimiento en general ha sido reducido; la principal asociación de padres del sector, CONCAPA, se ha opuesto al paro.
La jornada de huelga de ayer fue el colofón de dos semanas de movilización que han incluido centenares de encierros, vigilias y otras protestas en centros escolares y facultades de España. Además, el paro se completó ayer con manifestaciones celebradas en las principales ciudades del país que sumaron decenas de miles de asistentes en Madrid, Barcelona, Sevilla, Palma de Mallorca, Murcia, La Coruña, Vigo, Zaragoza, Valencia o Alicante, entre muchas otras. En todas ellas se escucharon consignas contra los recortes, la reforma, contra “la privatización” de la Universidad.
El secretario de Formación del PSOE, Rafael Simancas, ha pedido al ministro que "dé la cara" tras la jornada de huelga en la enseñanza, retire la reforma y proponga "otra pactada" con el ámbito educativo. En una comparecencia en la sede de su partido, el representante del PSOE ha asegurado que "los jóvenes españoles no necesitan más avemarías ni padrenuestros, sino más recursos para tener una educación de más calidad y equidad".
IU ha pedido que Educación no lleve este viernes al Consejo de Ministros la Lomce y ha deseado a la huelga educativa "el mayor de los triunfos", según ha dicho el diputado Ricardo Sixto.
Cliquea en el siguiente enlace para ver un vídeo en la web de 20minutos.es acerca de la Huelga General en la Educación Pública:
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